Por Claudia Rodríguez
integrantx de la Primera compañía teatral de activistas travestis feministas
Si no supimos escribir cartas de amor, fue porque la educación no fue hecha para saber de todo el mundo.
Santiago de Shile, 14 de julio del 2011
Fue curioso pero este jueves teníamos una reunión con una estudiante de derecho en esa facultad de la U de shile. La reunión se funó por la inminencia política, la injusticia y desigualdad que provocan en nuestro modelo de sociedad los fines de lucro promovido por nuestros gobernantes. Éramos tres tristes travestis en medio de una turba heterosexual deceante de una transformación social, pero como veríamos pronto, una trasformación social que continuaría siendo hetero-normativa, el deseo continuaría escupiéndonos. Salíamos del recinto universitario y debimos oír a los estudiantes discriminados por el modelo económico, gritar insultos discriminadores por nuestra expresión sexual, critico del derecho de ocupación del propio cuerpo y de la reproducción de la especie, acaso cuerpos marxistas, banalizadas.
Maricon feo!!, como si la belleza legitimara algún derecho humano.
Maraco!! Como si las relaciones sexuales del estudiantado fueran implacablemente monógamas y reproductivas.
Siempre las mujeres guardaron silencio.
Travestis!! Como si el concepto de diversidad al interior de la transformación social esperada, tuviera limites, en los que no alcanzamos a caber.
Fuimos violentadas por dichos y creencias de estudiantes de derecho de nuestro país, que no hicieron más que reflejar su mundo, imposible de ser revolucionario, como si fueran los nuevos revolucionarios, inundados de inquisición, fascismo y clasismo.
Ahí, en un mar adverso, colmado de discursos heterosexuales de derechos e igualdades excluyentes, nosotras las travestis marchando por una educación que nos incluya, sin miedo ni vergüenza de nosotras. Nosotras además de travestis feas, mal alimentadas, también mal edukadas.
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