Desde el otro lado de la frontera nos llegan estos 2 skritos de Lunáticxs, desde La Plata agitando resistencias. Invitan tb a difundir esta info... "
Si la violencia circula, nuestra resistencia también" ***
Travestis agrietan el muro de una cárcel cordobesa
Por Maite Amaya
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mail: vuelapalomanegra@yahoo.com.ar
Coco es una travesti de 27 años, privada de su libertad en el penal San Martín, un penal de varones. Participando de la coordinadora antirrepresiva, me entere por una militante de derechos humanos que ingresa al penal, que allí se encontraban privadas de su libertad dos travestis, y una de ellas en condiciones calamitosas. Con un d
elicado cuadro de salud. Viviendo con vih. Torturada, abandonada, desoída, mal alimentada, en condiciones antihigiénicas y sin apoyo externo. Entonces me dirigí rápidamente a la cárcel averigüe cuando era el horario de visita y comencé a ingresar.
Las tardes dentro del pabellón tienden a ser grises y frías. Pero nuestro compañerismo travesti logra imprimirle cálidos violetas, a veces rojos, amarillos, carcajadas y mucho amor.
La cárcel hace parte de un dispositivo de control de la pobreza, delincuencia hay en todos los estratos sociales, solo que lxs poderosxs no van a la cárcel. ¿Qué hacer con la pobreza? exterminarla es la respuesta política en el actual sistema, con hambre, cárcel y gatillo fácil. La población carcelaria en su inmensa mayoría esta por atentar contra la propiedad privada. Algo terrible es que la mayoría de las personas privadas de su libertad están esperando un juicio, son solo procesadas. Ni siquiera tienen veredicto de culpabilidad.
En medio de este desalentador panorama tejemos solidaridad dentro del penal. Espacio que sostenemos desde hace 10 meses. Los días de visita se han transformado en espacios de reflexión, formación y debate. Hoy también de entrevista, para la cual coco se prepara humedeciendo sus labios y contesta…
Me llamo Coco Contreras. Hace 6 años que estoy privada de mi libertad. Estuve 1año en Bouwer. Hace 5 años que estoy en el penal de San Martín. Y hace 2 años ocho meses que estoy en el pabellón 1.
¿Cómo te sentís alojada en un penal de varones?- Coco sonríe y me flecha con su profunda mirada…
Y…Supe darme mi lugar en este pabellón de varones. Me hice respetar. ¡Costo hacerse respetar eh! Pero Ahora me tienen un cariño inmenso. Nunca tuve nada y lo poquito que he tenido siempre lo he brindado a los otros.
Durante varios años peleamos nuestro genero con las autoridades. Poder usar el pelo largo fue una lucha fuerte. Con diferentes autoridades. Poder andar de tacos y maquillarnos nos hace muy bien psicológicamente. Costo pero conseguimos que se nos respete. En el 97 travestis y personas viviendo con VIH estábamos apartadas. Nos aislaban por discriminación. Hasta que peleamos por la integración con el resto. Cada una peleo a su forma hasta que finalmente lo conseguimos.
¿Cómo estás de salud?
Hoy mi salud esta mejorando muchísimo. Se debe a la ayuda de la gente de afuera que aporta alimento, medicamentos, y mucho cariño para no sentirme sola. Mis defensas están más altas, que hace 10 meses atrás. Hoy tengo mas cabello. Pero llegue a tener un 4 por ciento de defensas que son 10 a 15 cd4- defensas base del sistema inmunológico-. Llegue a pesar 52 quilos, mi peso normal es 70. Ahora peso 60 quilos. Estoy desnutrida. Estuve con diarrea más de 2 meses. No tenía aquí adentro nada para calmar la diarrea. Tengo gastroenteritis por tomar la medicación para el VIH sin una dieta acorde.
¿Qué sucedió el treinta de abril?
El treinta de abril, cansada ya de las promesas del servicio penitenciario, hice valer mis derechos. Puse la última ficha que me quedaba, puse mi vida en juego. Me auto agredí, cortándome. Me intente ahorcar y se corto la soga y prendí fuego en la celda para quemarme viva. Porque ya no aguantaba más… pedía ayuda y la autoridad se me burlaba. Cuando hice esto tanto el director como el subdirector, subdirectora y jefe de seguridad demostraron interés.
¿Qué conseguiste rebelándote?
Lo que conseguí con esta revuelta es la actualización de faz que tenia demorada hace mas de un año. La 4 es una faz de confianza para andar por la cárcel “libremente.”
Aunque la ley dice que la faz de confianza es para que me trasladen a una cárcel semi abierta recién de acá a seis o siete meses me trasladarían a un lugar semi abierto.
Conseguí que la dirección me llame para consultarme acerca de la alimentación con el proposito de mejorarla, también para revisar el funcionamiento del hospital y el trato del personal hacia lxs internxs. Para ver si mejoramos aunque sea un poquito la calidad de vida de las personas privadas de su libertad.
¿Cómo conseguís que te escuchen?
Ahora porque saben que tengo respaldo de gente afuera. Tienen mucha presión para que la situación carcelaria cambie. La autoridad me respeta porque dialogo con mucha firmeza. Si ellos me respetan, los respeto. Si no me respetan les devuelvo la misma moneda. Una de las cosas principales que logre desde este lugar es que nos llamen por nuestro nombre de elección, autoridades, empleadxs y pares. Cuesta hacerse respetar, pero me mantengo firme.
Anoche reclame la comida a las 21hs. Tuve que reclamar al empleado. Pero por como me trato le tuve que decir que me respetara. Me dijo de todo. Y le dije que si yo lo trato como el me trata me castigan, sin embargo el puede faltarme el respeto.
Ahora nos prestan atención y respetan porque saben que afuera hay gente dispuesta a manifestar para que se respeten los derechos humanos.
Y saben, porque les dije, que cuando salga voy a reclamar para que me devuelvan mi salud y voy a trabajar junto a la gente que hoy me visita en la cárcel para difundir mas lo aquí sucede, visitando gente y denunciando los atropellos.
¿En qué condiciones está la cárcel ahora?
La cárcel esta muy mal. El servicio médico… y la alimentación están muy mal…la cena viene a las 18.30 hs., el jueves por ejemplo vino a las 21.30hs. y era un revoltijo todo crudo de avena y carne. Ayer no hubo almuerzo, estaba en muy malas condiciones y lo tuvimos que devolver. No hay dietas específicas para diabetes y VIH. A los bifes hay que hervirlos entre 4 a 6 hs. Para que se ablanden. Los miércoles y sábado dan verduras, pero como la mayoría viene podrida es muy poca la que se rescata.
...decías algo del hospital también…
El hospital esta siendo arreglado, pintado, pero no hay una asistencia regular y no hay medicación. Cuando entra medicación a la cárcel es porque la traen los familiares, de lxs internxs.
La cárcel es un basural. Los baños no están en condiciones. Las cloacas están al aire libre, las letrinas siempre sucias. Están goteando agua constantemente. Cuando hace calor el olor es aun más fuerte.
¿Cómo te las arreglas para bañarte?
Ahora en invierno me baño dentro de mi pieza. Porque casi no hay agua caliente. Hay un solo termo tanque pequeño para 76, aunque a veces llegamos a ser 120 personas en este pabellón y lo compartimos con otro pabellón, así que a veces lo usamos 200 personas mas o menos.
En verano me baño tipo 3 de la mañana, porque ya no hay tipos a esa hora en el baño.
Contame ¿cuántas personas hay en el penal hoy y cómo está distribuida?
En el penal somos 790 personas y a veces muchas más. No hay políticos poderosos, la mayoría esta por robo, algunos por tráfico. El pasillo central es un shopping, los pabellones son villas miserias.
La cárcel tiene tres centros: en el tercero están los que tienen mala conducta. En el segundo los que tienen conducta media. Y están peleando por llegar al 1. El primer centro es la posibilidad más cercana a la calle. Este es un barrio residencial comparado con los otros centros.
También hay pabellones especiales para policías, sus parientes y personas relacionadas con el poder político.
Hay un hombre que además de estar preso es testigo de los crímenes de la dictadura y esta aislado por el cuidado de su vida. Esta amenazado de muerte.
¿Trabajás dentro del penal?
Laburé 4 años en industria. En imprenta 1 año. 4 horas diarias. Hoy trabajo limpiando la cacona de las palomas en el parquecito de la cárcel. Me pagan 82 pesos mensuales de bolsillo. Me retienen 100 pesos por gastos personales y 400 pesos me guardan para cuando salga.
¿Estudias?
Estudio micro-emprendimiento y electricidad. Estoy en el taller de periodismo. Como militante siempre escribo en la revista del taller.
¿Cuántas visitas recibís?- ella enciende un cigarro e interrumpimos la entrevista para calentar una pava para tomar unos mates con peperina…
En estos años recibí tres visitas de mi hermano. Desde el año pasado, me visita una vez al mes mas o menos una militante de derechos humanos y a través de ella conocí a mi hermana patagónica, también travesti y militante. La que me escucha reír, llorar mis amarguras. A la que vivo jodiendo.
Recibí por primera vez un paquete con comida en el año 2007. Era de mi padre. Yo no sabía que hacer, nunca había recibido un paquete. El vino a visitar me esa vez nada más…como llore ese día.
Nos miramos a los ojos, yo llore, pero el sonrió y mostró la dentadura que yo le había hecho hacer. Me agradeció y todo por los dientes. le dije que era para que viera que los putos no somos malos. A pesar de que en mi infancia el me hacia tratar por muchxs psicologxs porque yo era marica.
¿De dónde sos?
De Choele Choel. Yo tenía 8 años cuando falleció mi mama, era muy golpeada por mi papa. Ella me amaba. A los 12 me fugue de mi casa y desde Choele Choel me vine a dedo a Córdoba. Hasta los 13 años estuve en un instituto de menores, yo di el nombre de mi tía que vivía en Córdoba. Y la contactaron y se hizo cargo de mí. Desde pequeña Laburé y me maneje independientemente. A veces hacia shows. Mi tía nunca me quiso. La llame la semana pasada y me dijo que me iba a traer un paquete el martes, pero nunca vino.
Coco tiene con un gesto de resignación en su rostro, a veces parece que fuera a romper en llanto, pero prefiere respirar profundo y alcanzarme un mate …
¿Alguna vez volviste al pueblo?
Una sola vez volví al pueblo, a visitar a mis hermanos. Y me aloje en un hotel, para no incomodar a nadie.
¿Cuál es el color que mas te gusta?
Uno de los colores que más me gusta es el verde.
¿Y la estación que mas te gusta?
Me gusta la primavera.
¿Qué mundo te gustaría que construyamos?
El mundo que me gustaría es uno donde todxs seamos iguales.
Que bueno! Es el mismo por el que quiero luchar yo, le conteste emocionada. Creo que lo construimos día a día con nuestras rebeldías, desde diferentes lados. Haciendo lo que hacemos, al fin y al cabo la solidaridad desconoce muros y rejas. Cuando nos lo proponemos vencemos la seguridad de nuestros verdugos.
La realidad carcelaria es extrema, las cárceles son campos de concentración repletos de pobres, la tortura, la destrucción de la subjetividad, el deterioro físico y psicológico son constantes y generalizados. La situación se agrava para personas con problemas de salud crónicos. Particularmente para personas que viven con vih.
En las travestis la exposición a violencias de todo tipo, principalmente el abuso y la violación de nuestros cuerpos es sistemática en comisarias y cárceles, de la mano de la negación del derecho a la identidad femenina, el no respeto de nuestro nombre de elección, la vulneración del derecho a la libertad de expresión, la censura, el castigo y el permanente maltrato extra por ser quienes somos. La discriminación y segregación de travestis en la sociedad en que vivimos será doble en las travestis que tengan el peso de ser ex convictas. Lejos de reinsertar la cárcel ha robado un pedazo de su vida y le ha empeorado el panorama para cuando salga.
Las visitas travestis no corremos mejor suerte, somos basureadas por el Sistema de Penitencia del Estado. Al igual que a mujeres las requisas son denigrantes, pesa sobre nuestros cuerpos el manoseo y la exposición de nuestras partes. La diferencia con las mujeres es que travestis ingresamos los días de visita masculina, dado nuestro registro legal, y somos requisadas por personal masculino. El trato a las visitas es realmente inhumano y denigrante. Es claro el mensaje dirigido al entorno de la persona encarcelada. El sistema penitenciario esta configurado para castigar a la persona detenida y aleccionar al entorno.
Según la encuesta realizada en el año 2005, La Gesta del Nombre Propio, la comisaria es el lugar donde recibimos mayor violencia.
El aparato represivo heredado de la dictadura aún intacto nos sigue golpeando.
Cuando charlamos adentro de la cárcel con Coco, debemos aclararnos que afuera tampoco somos libres, aunque no es lo mismo estar en un campo de concentración del Estado a estar vigilada y castigada fuera de la cárcel.
Pero la lucha por nuestra libertad es tan necesaria adentro como afuera.
Coco es un claro ejemplo de lucha, un grito de dignidad.
Por eso es que tiene apoyo desde afuera. Por eso es que nos sentimos tan cerca y no hay reja que nos separe. Con coco aprendimos que con organización y lucha superaremos la dramática situación en la que nos encontramos las travestis en Córdoba y Latinoamérica.
Y a veces en medio de nuestra charla se siente el grito de visitas!! Y de repente es como si chocáramos con la copa de algún árbol y caemos a pique en nuestro viaje. Es el guardia que nos pide que nos vayamos a las que dormimos afuera y me preparo y me voy. Con una inmensa presión en el pecho porque ella queda adentro, ella y tantxs otrxs. A veces me voy llorando y siempre con muchas ganas de volver a verla. Me voy pensando que más hacer para que sea dentro de muy poco, que como a mi, a ella, también le abran la puerta de salida. Pero sobre todas las cosas me voy sabiendo que de alguna manera, estamos agrietando el muro.
Continúan las torturas a travestis en el penal cordobés de San Martín.
Por Maite Amaya
Coqui, la travesti detenida en el penal de San Martín, que desnutrida y muy enferma, unos meses atrás denunciaba abandono de persona y violación a los derechos humanos, hoy vuelve a contar la desastrosa situación a la que esta sometida por el servicio penitenciario de la provincia de Córdoba.
Hace poco más de un mes le salió un grano en la frente que le picaba mucho, dolía e irritaba el ojo derecho. Tras rogar como otras veces que la trasladen al hospital de la cárcel, consigue ser trasladada.
En el hospital del penal a cargo del doctor Luis Pino, recibió el ya acostumbrado trato que tienen travestis y personas viviendo con VIH. El médico Carlos Martínez la observo a distancia, a las apuradas y diagnosticó sinusitis recetando medicación y vahos de vapor.
El grano reacciona mal, se propaga a la cabeza, provocando picazón excesiva. Tras suplicar a la guardia consigue nuevamente atención médica, esta vez en el servicio médico del penal, le diagnostican conjuntivitis, receta gotas y vahos de vapor.
Dado que los diagnósticos no son correctos, ni la revisión médica eficiente, ni la medicación acertada, y tras la demora para atenderla, su situación empeora.
Coqui tiene un herpes que ante la negación de atención médica, la discriminación y la mala praxis le revive, tomándole el lado derecho superior de la cabeza dejando a la vista piel muerta e irritación.
El hospital penitenciario no cuenta con medicación alguna, entonces consigue ser trasladada al Hospital Rawson, donde le recetan y le dan a la Guardia Penitenciaria Aciclovir y otra crema, pero al llegar al penal se la niegan, diciéndole que no ha sido medicada.
Tenía turno para revisión médica una semana después en el Rawson. Y aunque Coqui se esforzó en pedir traslado, esta vez no lo consigue, solo burlas es lo que obtiene. El servicio penitenciario de Córdoba vuelve a negarle atención médica.
El estado del herpes en su rostro empeoró y comenzó a preocupar hasta a sus pares del pabellón. Así es como otros privados de su libertad le consiguieron gotas para humedecer el ojo; a pesar que la alivianaba no era lo que necesitaba para frenar el avance del herpes. Seguía necesitando atención médica.
Coqui comienza una huelga de hambre, nuevamente arriesga su vida, con su delicado cuadro de salud viviendo con VIH con una penosa nutrición y saliendo de una fuerte recaída inmunitaria provocada por el servicio penitenciario. Tras su tercer día de huelga de hambre consigue con increíble coraje y luchando por sobrevivir que la trasladen al Hospital Rawson para ser medicada nuevamente.
Dificultad para ver, mucho dolor de cabeza, fiebre, excesiva irritación del cuero cabelludo, sarpullido en frente y ojos, mucho ardor. Durante casi dos semanas burlada por los guardias que no recibían orden de traslado.
“Ellos parecen no entender que una travesti viviendo con VIH es una persona no un experimento”, comentó Coqui, envuelta en llanto y muy angustiada. “Siento arena que me raspa dentro del ojo”.
En el hospital Rawson, un oftalmólogo le comunica que el herpes esta ahora ubicado dentro de su ojo y que hay muchas probabilidades de que pierda la visión en el ojo derecho.
Esta vez el servicio penitenciario accede a alcanzarle la medicación que le dan en el hospital.
El subdirector Gustavo Molina la cita para darle el parte medico para el que llama a “personal pertinente: el psiquiatra del penal”. Por lo que Coqui preguntó si se estaban burlando nuevamente. Aunque no cabe ninguna duda de esto. Además el psiquiatra le dijo que necesitaría usar lentes con aumento. A lo que Coqui respondió que ya había sido notificada en el Hospital Rawson, que su ojo quedara sin visión y totalmente blanco con el tiempo. “me dejaron tuerta” explicó Coqui.
El servicio médico del servicio penitenciario no está preparado para atender a personas, mucho menos con problemas de salud. Ni que hablar de personas viviendo con VIH. Para éstas la cárcel es doblemente tortuosa, es como se dijo en otra oportunidad una condena a muerte.
Claro esta que la cárcel en si misma no está preparada para tratar con personas, para las que resulta un peligroso dispositivo estatal para desintegrar la integridad psicofísica, violando toda garantía constitucional y derecho humano.
La cárcel es tortura para la persona privada de su libertad y su entorno, la visita a la que se nos niega ingresar medicación muchas veces.
La situación ha avasallado notablemente los derechos humanos de esta travesti y es increíble la impunidad de la que gozan las autoridades del penal dependiente del poder ejecutivo de la provincia, léase gobernador Schiaretti. Después de tanta aberración penitenciaria, abandono de persona, agresión y violencia, solo esto podíamos esperar. Que el sistema penitenciario le cueste algo tan caro como un ojo de su rostro, literalmente hablando.
Lazos de solidaridad intentan contener a Coqui en tan duro momento, aunque ella totalmente angustiada y enfurecida, agrego telefónicamente: “tengo miedo por mi vida, aquí en vez de curarme me están matando”.