Desde diversos lugares de América Latina y el Caribe, nosotras, algunas de las organizaciones y personas participantes del VIII ELFLAC, queremos hacer públicas nuestras reflexiones colectivas sobre el mismo, y sobre el futuro de nuestros movimientos en la región.
En primer lugar, queremos reivindicar el papel central que las mujeres de la diversidad hemos tenido, tenemos y seguiremos teniendo en el desarrollo práctico y teórico de los movimientos feministas en nuestra región y en el mundo entero. A partir de esto, resaltar la importancia de la existencia de espacios donde compartir nuestras experiencias de lucha y reconocer de forma crítica su incidencia en la transformación de nuestras sociedades patriarcales, signadas por la violencia y la explotación capitalista.
En función de esto, y desde una mirada feminista, vemos como estratégica y absolutamente necesaria la construcción de estos espacios sobre el eje del encuentro y reconocimiento de la diversidad en todos sus sentidos.
Y por eso creemos en la construcción colectiva de ámbitos donde el acceso no esté signado por biologicismos ni esencialismos de ningún tipo y donde el "discurso de asamblea" no sea ni la única ni la principal forma de comunicarse, sino que podamos interpelar a nuestros cuerpos políticos, con sus afectividades y sus sentires más diversos, en una gama de lenguajes interactuantes que reflejen las vastas formas de transformación que ensayamos y profundizamos cada día en nuestros espacios de activismo feminista.
A su vez, proponemos que en lugar de "cuartos propios" cerrados e inmutables, estos espacios de encuentro puedan ser enormes jardines donde proliferen las articulaciones entre diferentes, y no sus exclusiones.
EL VIII ELFLAC, UN ESPACIO DE TENSIONES
El VIII Encuentro se caracterizó por ser un espacio cruzado por múltiples violencias simbólicas, donde se impuso la descalificación como estrategia hegemónica de debate. En las plenarias se vivió un ambiente agresivo, que incluyó acusaciones e insultos a compañeras, etiquetándolas como el enemigo.
La descalificación confrontativa no es el lugar desde el que queremos encontrarnos. Preferimos el diálogo a los monólogos consecutivos, preferimos aprender unas de otras, de nuestras diferencias, de nuestras similitudes, pero siempre desde el respeto.
Es por todas estas razones que en el VIII ELFLAC vivimos profundos dolores, no encontrando espacios en los que nos sintiéramos efectivamente pertenecientes. Este pasado encuentro, celebrado en la Ciudad de Guatemala durante el mes de Octubre, se caracterizó por debatir sin pausa cuáles son aquellos factores que determinan exclusiones, cuando muchas de nosotras pretendíamos encontrar factores que invitaran a la inclusión.
En ese tren, los debates del ELFLAC no permitieron hallar un consenso que abriera las puertas del encuentro a las compañeras trans lesbianas feministas, pues existen y no ceden quienes consideran que la genitalidad o las expresiones de género no binarias son una barrera para integrarse al espacio, impidiendo así el ingreso de nuestras compañeras y compañeros trans.
También fue este un espacio signado por la pretensión de establecer parámetros de validez política tanto en nuestras prácticas activistas como en nuestras sexualidades, planteamientos teóricos y experiencias vitales. Determinar "lo que está bien" y "lo que está mal" fue la permanente búsqueda, disfrazada de una autocrítica que nunca fue tal. Mas bien se trató de un proceso en el que unas, atrincheradas en el abstracto espacio de la crítica teórica despojada de práctica política cotidiana, se auto adjudicaban el derecho de criticar la lucha diaria de muchas otras, quienes debíamos argumentar ante tan excelso tribunal la validez de nuestros quehaceres militantes y de nuestros posicionamientos críticos. En esta dinámica, a su vez, se olvidó permanentemente la diversidad de contextos políticos, económicos, culturales, intentando evaluar con una vara universal y absoluta que mucho se parece al "pensamiento único" las formas de desarrollo de los movimientos feministas y activismos lésbicos en cada uno de nuestros países. Esta tendencia al control social tuvo su punto más caricaturesco cuando se llegó a cuestionar el uso de juguetes sexuales, argumentando que tales prácticas reforzaban el patriarcado y el sistema capitalista.
El lenguaje fue una cárcel en el ELFLAC, una cárcel elitista donde la proliferancia de palabras "correctas" e "incorrectas" y la demarcación de voces autorizadas sobre otras que no lo eran, daban cuenta de la poca capacidad de este espacio para albergar compañeras procedentes de distintos estratos socio-económicos y culturales.
El consenso, a su vez, hermosa práctica colectivista, se volvió herramienta de opresión y de exclusión, desvalorizándolo, y en nombre de su defensa y protección se censuró y violentó al diferente.
Tanto es así que Michel, compañera lesbiana feminista que hizo uso del derecho a decidir sobre su cuerpo, interviniéndolo, viviendo la masculinidad a su manera, cambiando su nombre (mas no su sexo) en el documento de identidad y abrazando una identidad trans, fue apartada al momento de llegar al encuentro por dos personas de la Ekipa, hasta un comité de seguridad, el cual debatió si podía o no ingresar al espacio, a pesar de tener la confirmación previa de la misma Ekipa que la invitó a inscribirse y participar. Se le dijo que debía definirse sólo como lesbiana feminista y autonombrarse en femenino siempre, que evitara debatir el "tema trans" y que se atuviera a la violencia que "su presencia" haría emerger desde otras "compañeras". En el curso del Encuentro, cuando Michel quiso participar de uno de los talleres le pidieron que se retirara porque "ya no se veia como mujer", y cuando quizo hablar en plenaria fue recibida con abucheos y gritos de muchas "compañeras" que le "acusaban" de "ser un hombre" que no podía hablar porque no había consenso.
Todas estas cosas nos fueron desencontrando. Para ese momento la propia Ekipa Guatemala preveía la ruptura, e incluso la proponía, invitando a quienes no se sentían a gusto a que se gestionaran otro encuentro. Pero la determinación de algunas pocas de mantener esa barrera de exclusión de las personas trans lesbianas feministas basada en aspectos universales y biológicos fue el elemento que provoco nuestro irremediable abandono del VIII ELFLAC y la decisión enérgica de convocar a un encuentro les bi trans feminista donde todo aquello que estuvo ausente en Guatemala pueda hacerse presente.
VENIR AL SUR:
ENCUENTROS MULTIPLES EN PARAGU
A pesar de todos los dolores, sin embargo, esta historia tiene para nosotras una final esperanzador. Porque es a partir de estos encuentros y desencuentros que hoy, con enorme alegría, anunciamos y compartimos con tod*s, el nacimiento de nuevos y multiples encuentros. Y con ese fin convocamos a quien se sienta perteneciente a esta comunidad amplia y diversa a participar desde este momento en la construcción del Primer Encuentro LesBiTrans Feminista de Latinoamérica y el Caribe.
Será este un espacio construido desde ahora, con múltiples cruces y encuentros a través de todas las vías posibles, que hagan que en Paraguay en el 2012 se encuentran todas las voces, todas las formas, todos los cuerpos, todas las prácticas.
Solo quedan excluidas de este espacio aquellas compañeras que consideren que la única práctica válida es su práctica, y el único discurso válido es su discurso, ya que desde ese lugar tan solitario es imposible encontrarse.
Abrazos feministas abiertos, flexibles y orgásmicos.
LAS ORGANIZACIONES Y PERSONAS FIRMANTES
Personas Firmantes
Samira Montiel S. - Nicaragua
Martha Villanueva
Fabiana Tuñez - Argentina
Ada Beatriz Rico - Argentina
Ana Lucia Ramírez - Colombia-Chile
Claudia Patricia Corredor - Colombia
Judith Grenno - Paraguay
Camila Zabala - Paraguay
Rosa Posa - Paraguay
Peki Ferandez - Paraguay
Mali Ramirez - Paraguay
Rafaela Arrúa Cañete - Paraguay
Carolina Robledo - Paraguay
Cristina Nascimento - Brasil
Valeria Rubino - Uruguay
Mariana Rodriguez - Uruguay
Sandra Montealegre - Colombia
Lorena Espinoza - República Dominicana
Shirley Alarcón Zamora - Costa Rica
Gladys Galarreta - Perú
Margarita Salas Guzmán – Costa Rica
Paulina Torres Mora – Costa Rica
Graciela Ballestra – Argentina
Claudia Castro Argentina
Michel Riquelme - Chile
Organizaciones
Aireana - Paraguay
Asociación Civil La Casa del Encuentro - Argentina
Colectiva Mujer y Salud - República Dominicana
Mujeres al Borde – Colombia
19 y Lilliana – Uruguay
Colectivo Ovejas Negras – Uruguay
Kolectiva Rebeldias Lesbicas
Colectiva Trans Tortillera Paila Marina, Chile.
Grupo de teatro loucas de Pedra Lilïs – Brasil
Coordinadora Contra la Discriminación por Orientación Sexual – Costa Rica
Puerta Abierta – Argentina
La Fulana - Argentina
zass!! no sabíamos que había pasado esto en el encuentro!! no es tan sorprendente, en el Encuentro de Mujeres de argentina pasa exactamente lo mismo!!! aunque la dinámica es participación es distinta creo.
ResponderEliminarGracias x compartir estas noticias, esperemos poder ir a Paraguay 2012!! abrazxs!!
shuu, finalmente okurre en todas partes.. Komparto kon ustedes este pensar:
ResponderEliminarNi lo q me han nombrado vagina
ni lo q me han nombrado útero
ni nada de mi korporalidad kiero usar para los privilegios del heteromachismo..
Si ser Mujer, es pertenecer a una identidad llena de rejas,
Si reivindikar el ser Mujer significa kreer ke sólo existen dos géneros, dos sexos,
Si ser Mujer sirve para hablar desde la "normalidad"
entonces renuncio a ello
entonces renuncio a ser mujer